Entiendo el dolor, por que lo he experimentado, quizá no con la misma intensidad como el que experimenta  un padre que ha perdido a un hijo, pero tengo idea de lo se sufre por tal motivo. Es por eso que no puedo entender que es lo que esta buscando Javier Sicilia. No hay palabras ni acciones que puedan disminuir, y mucho menos aliviar el pesar de los dolidos. Ni besos, ni abrazos, ni disculpas fingidas, ni promesas, ni acuerdos y mucho menos el sacrificio de aquellos que son culpables ni el de sus cómplices podrán apaciguar el dolor de siquiera una sola lagrima derramada por el sufrir de la perdida de un ser querido.

Lo que vi fue una exposición del dolor ajeno, un protagonismo tonto que no deja nada bueno. No era el escuchar lo que tenían que decir los candidatos, era el decirle a estos, que sin importar quien gane, la situación del pis tiene que cambiar. No era el escuchar las propuestas de los candidatos, las cuales de antemano descalificamos y tachamos de mentira. Era el presentarles las acciones que queremos que lleven acabo cuando estén en el poder, para evitar que la decadencia del país siga avanzando.

Acciones, no besos es lo que se necesita en México.